El diseñador colombiano se encuentra en uno de los momentos más relevantes de su carrera. Él forma parte de la nueva edición del famoso reality show
Su pasión por la moda es evidente en cada uno de sus diseños, pero queda confirmada cuando habla de ella. Sebastian Grey, participante de la temporada 17 de Project Runway (Bravo TV), todavía no se cree lo que está viviendo, pero reconoce el impacto de esta oportunidad en su carrera. También, con humildad, puede decir que es el fruto de tanto esfuerzo y entrega a una carrera que inició en Cali, Colombia.
Por @JuanEnVitrina
Otra cosa que tiene muy clara es que, independientemente del resultado final de Project Runway, (al momento de esta entrevista se han emitido tres episodios del programa), sus deseos de seguir creciendo como diseñador de modas siguen firmes.
En un encuentro exclusivo con Sebastián Grey en la ciudad de Miami Beach, Florida, a casi 45 minutos de Wilton Manors, donde él reside junto a Matthew Grey, esposo, pudimos descubrir que la perseverancia ha sido clave para darle forma a una carrera prometedora.
También, que desde aquel día cuando apenas tenía 7 años y le pidió a su mamá, Amparo, y a su papá, Antonio José, que lo matricularan en una escuela de ballet, ha contado con el apoyo incondicional de ellos. Hoy celebran verlo desde su natal Colombia en un programa de la televisión nacional de Estados Unidos, haciendo realidad el sueño de ser un diseñador internacional.
DEL BALLET A LA MODA
«Si yo pudiera volver a la escuela de baile lo haría«, comenta con cierta nostalgia al recordar sus años en el Instituto Colombiano de Ballet, conocido como Incolballet. «Yo era muy feliz porque era como jugar todos los días«, destaca el joven de 33 años de edad.
Esa escuela, fundada el 2 de octubre de 1978, ha representado para Cali y para Colombia un gran paso para las artes del país. Sin saberlo, Sebastián disfrutaría del sacrificio de muchos amantes del ballet que impulsaron este proyecto para que estuviera al alcance de todos. Gracias a Incolballet, se comenzaba a ver la danza como una profesión y los varones ya eran admitidos para estudiar ese arte.
Con ilusión recuerda que su interés por el baile comenzó cuando fue al teatro junto a su papá y su mamá a ver un recital de ballet. «Yo quedé muerto de la emoción viendo a todos esos chicos y chicas, cómo bailaban, y es cuando le digo a mis papás que yo quería estar ahí«, cuenta Sebastian Grey.
Aunque en un principio su mamá dudó, ella no lo desalentó. Fue el momento perfecto, porque ese niño de siete años estaba a punto de llegar a la edad perfecta para entrar en Incolballet. Luego de un arduo proceso de audiciones, Sebastian fue admitido. Allí él recibió un bachiller artístico en ballet clásico, pero también descubrió su otra pasión: la moda.
«Cuando terminé la escuela de ballet, que son ocho años, nos dan la opción de entrar a trabajar de una vez con la compañía de ballet y hacer giras nacionales e internacionales o empezar una carrera diferente. Yo recuerdo que, cuando preparábamos las obras de ballet, a mí me encantaba cómo se armaban los trajes, y entonces le dije a mi papá, esto es lo que quiero hacer, quiero diseñar«, cuenta Sebastian Grey, que culminó su escuela superior o bachiller a los 16 años.
Curiosamente, él mismo se encargó de recopilar la información para seguir ese sueño de ser diseñador. «Me fui a investigar dónde daban moda en Cali y es cuando encontré la Academia Profesional (Fundación Academia de Dibujo Profesional), y se lo presenté todo a mis papás«, recuerda Sebastian, que antes de llegar a Estados Unidos, tuvo tiendas en Cali y Medellín.
Sus padres no creían lo que estaba pasando y le preguntaron a su hijo si no quería tomarse un de par de meses para relajarse. Él dijo que no y comenzó a estudiar diseño de modas a solo dos semanas de haberse graduado de ballet clásico. «Para qué me voy a relajar, si esto es lo que quiero hacer», les dijo convencido el joven, que comenzó a firmar sus diseños como Sebastián Núnez.
SUS PRIMEROS PASOS EN LA MODA
Los pasos que ha dado este joven emprendedor han sido firmes. Sin saberlo, otro sueño se iba cuajando durante sus años en la escuela de moda de Cali, Colombia. En ese tiempo, él comenzaba a conocer a los exponentes más importantes del país y hubo una en particular que llamó su atención. Nos referimos a Lina Cantillo, una destacada modista, especializada en diseño para caballeros, que pudimos entrevistar el año pasado durante la Miami Fashion Week.
«Yo veía sus cosas en las revistas, como la Vogue, y yo decía: ‘ Oh my God, yo quiero trabajar para Lina, yo quiero trabajar para Lina», afirmaba. «Un día mi profesora, que la amo (Clara Serna, diseñadora de moda sostenible) me dijo que Lina estaba en la ciudad y necesitaba una persona que le hiciera los dobladillos de los pantalones, ¿estás interesado? Y yo, por supuesto, le dije que sí, así sea que vaya a hacerle el café«, cuenta entre risas Sebastian Grey.
El encuentro entre él y Lina Cantillo ocurrió ese mismo día. Luego de haber terminado la tarea de hacer todos los dobladillos, casi al despedirse, Sebastián Grey recibió una invitación de la diseñadora. «Me dice que si yo puedo ayudarla en el desfile y, por supuesto, le dije que sí«. Desde ese momento comenzó una relación de estudiante-mentora, que duró un año.
Después de Lina Cantillo vendría Andrés Otálora, otro reconocido diseñador colombiano, especializado en moda femenina. «Con Andrés fueron varios años«, apunta.
@JuanEnVitrina – Viendo el trabajo de Andrés, creo que él influyó mucho en tu estética como diseñador de modas?
An@IAmSebastianGrey – Muchísimo. Y es algo que he podido ver más aquí en la escuela (Istituto Marangoni, de Miami), porque he estado intentando buscar quién soy yo como diseñador. ¿Cuál es mi ADN?, ¿qué es lo que en verdad me gusta? Al trabajar con tanta gente y por tantos años terminas haciendo lo que ellos hacen. Así que ese es un trabajo bien difícil que he estado haciendo aquí, encontrarme como diseñador.
JEV- ¿Sientes que ya te has encontrado a ti mismo?
SG – Creo que estoy llegando a eso. Todavía no me siento que estoy ahí, cien por ciento, pero sí he identificado cosas. Por ejemplo, que me encanta que un outfit tenga varias capas. Me encanta que tenga algo de movimiento, pero a la vez, un poco de rigidez. Me he dado cuenta que quiera o no quiera, mis prendas terminan viéndose como armaduras, muy fuertes.
J – Pero bien delicadas…
SG – Con ese toque suave, sí. Es una mezcla que no sé cómo es que llego a ella. Siempre que estoy haciendo una prenda, termina viéndose de esa forma.
Eso que explica Sebastian Grey es, precisamente, lo que ha llamado la atención de sus compañeros de Project Runway, pero sobre todo, del jurado de la competencia, el diseñador Brandon Maxwell, la periodista y ex editor-in-chief de Teen Vogue Elaine Welteroth, y Nina García, editora en jefe de ELLE. También de Christian Siriano, ganador de Project Runway 2010 y mentor de la nueva edición.
J – ¿Cómo puedes resumir de tu experiencia con Lina Cantillo?
SG – Algo que yo me di cuenta con Lina era que la pasarela era una cosa y lo que había en la tienda era otra cosa. Eran dos conceptos completamente diferentes. Era algo que no entendía cuando llegué por primera vez a su tienda. Ahí es cuando ella me explica que la pasarela es para expresar tu creatividad y la tienda es para que la gente venga y te compre.
J – ¿Y de Andrés Otálora?
SG – De Andrés podría decir que aprendí lo que es la calidad en el trabajo. El tiene una calidad en su mano de obra extremadamente exquisita. Todas sus piezas se terminan a mano. Aprendí a manejar las sedas, que es un material difícil de cortar y de confeccionar. Y también la disciplina de sentarme un día entero a diseñar y a diseñar y a diseñar. En una semana me ponía a hacer cien diseños para escoger solo dos, por ejemplo. Es ser constante.
J – ¿Siempre has sentido pasión por el trabajo del diseño?
SG – Sí, desde que tengo memoria, porque mis papás trabajan con cuero y siempre me gustaba ver cómo se hacían los zapatos. Yo mismo cogía piezas de cuero y hacía mis cosas, y le decía: papá porqué no hacemos algo así, y obviamente no te paran bolas por que eres un niño (dice entre risas). No me veo haciendo nada más.
J – ¿Cuales son tus diseñadores favoritos?
SG – Una de mis diseñadoras favoritos, pero no tiene nada que ver con mi trabajo, es Iris Van Herpen. Lo que esta mujer hace está a otro nivel y su mundo es uno completamente increíble. Muero por Heider Hackerman, me parece que la forma en la que él manipula los prints, es increíble, hermoso. Es irreal. También me encanta lo que hacía Alexander McQueen cuando estaba vivo. La forma en la que él era capaz de expresar todo lo que tenía adentro, en sus prendas. Y es algo que mi profesora Vanessa (del Istituto Marangoni), me ha recalcado muchísimo, poder expresar mis sentimientos mediante mis prendas, pero es algo que cuesta demasiado, todavía no he podido llegar a eso.
J – ¿Y porqué?
SG – No sé. De pronto no sabes qué va a pasar, qué va a salir y a quién vas a hacer sentir bien o mal. Es una cosa que se tiene que hacer con mucho cuidado.
LOS NERVIOS ANTE SU PRIMER ENCUENTRO CON NINA GARCÍA
J – ¿Cuáles eran tus expectativas al llegar a Project Runway?
SG – Las únicas expectativas que tenía con el show era la de gozármelo y divertirme cada minuto. Nos dan todas las herramientas para gozárnoslo.
J – Tengo entendido que cuando llegas a Project Runway tenías un poco temor por Nina García, la juez que hemos visto desde el principio. ¿Cómo fue ese encuentro con tu compatriota?
SG – Sí tenía miedo de conocer a Nina porque ves que es una mujer que tiene mucho conocimiento de moda y se ve demasiado estricta. La primera vez que la conocí fue durante el primer episodio. Cuando yo entro a la pasarela, me cogen así (por el brazo) y como que me tiran ahí, delante de ella.
J – Claro, porque saben que eres el colombiano del grupo.
SG – Sí, pero no sabía qué decirle. Y nada, es una mujer súper dulce, súper encantadora. Y me da mucha risa porque le digo de que tengo mucho miedo de que cuando mis diseños empiecen a salir por la pasarela ella vaya a empezar a torcer los ojos, porque a veces tiene esa expresión. Yo le decía que eso es lo único que no quiero, pero si pasa, pues entenderé, pero es lo único que me aterra de que vaya a pasar. Entonces me dice, no, relájate, vas a hacerlo bien, disfrútalo.
J – Por suerte, basado en lo que hemos visto en televisión, ella ha quedado sumamente impresionada con tu trabajo. Incluso, ganaste el segundo reto.
SG – Eso es una cosa muy curiosa, porque cuando ellos están deliberando, nosotros no sabemos nada. Es bastante sorprendente ver ahora lo que dicen y cómo reaccionan.
«I mean, he can make a damn garment». -Brandon Maxwell, del tercer diseño de Sebastian Grey.
J – Fue muy curiosa la reacción de Brando Maxwell este jueves, (28 de marzo) cuando en la semana en la que tienes inmunidad creas un diseño impresionante, incluso, muchos pensamos que ganarías de nuevo el reto.
SG – Oh, demasiado divertido. Es bastante irreal. Todavía como que no me dado cuenta de lo que está pasando. Es una sensación extraña. Como que no entiendes que ya ésto te está pasando. Que a veces la gente te diga que te ha visto en la tele, es como extraño.
J – Vienes de una familia muy unida. ¿Cómo fue esa salida de Colombia para venir a vivir a Estados Unidos?
SG – Fíjate que aunque ha sido muy duro, no he sentido la ausencia de mi familia tan fuerte porque gracias a la tecnología nos comunicamos todos los días. En el momento en que me siento mal pues hacemos un facetime. Es como si estuvieran ahí. No se siente tanto la distancia.
J – ¿Qué dicen de Project Runway?
SG – Mi mamá me comenta que no es capaz de verlo. Que cualquier cosa que digan ella va a pelear con el televisor. Entonces ella me dice que le da muchos nervios verlo. Mi papá me dice que sí lo ha visto, que se siente muy orgulloso y que le da mucha alegría. Ellos han visto todo este proceso en el que yo como persona y como diseñador he querido hacer que mi nombre empiece a sonar de alguna forma para poder hacer un negocio con esto. En el mundo de la moda tienes que tener un nombre para que la gente compre tu producto. Están muy felices.
J – Entras a una edición de Project Runway que también ha llegado con grandes cambios. Es considerada la más variada en términos de nacionalidades e incluso tiene a la primera modelo transgénero. ¿Cómo te sientes?
SG – Yo creo que ser parte de esta temporada en la que hay tantos cambios y ser el único latino, creo que lo hace más especial. Me hace súper feliz.
J – ¿Ya conocía el programa de Project Runway?
SG – Sí, pero mi mamá era la que se lo veía. Mi mamá me decía que yo algún día iba a estar ahí. Yo le decía que no, que eso es en Estados Unidos, que eso nunca iba a pasar, y mira.
J – ¿Cuáles son tus expectativas como diseñador de modas?
SG – Moriría por irme para Italia un par de meses y entender un poco más cómo conceptualizar colecciones. La verdad siento que nunca se termina de aprender y pues si se puedo ir donde todo comenzó, Italia, París, y tener un poco más de ese conocimiento, sería estupendo.
J – ¿Qué consejo le darías a un joven o una joven que quiera seguir su sueño en esta carrera, como lo has hecho tú?
SG – Fíjate que suena clicé, pero la verdad, no hay que rendirse. Hay que agachar la cabeza bastante y no sentir que se está haciendo porque te estas menospreciando, si no porque estás eliminando el ego, que es lo que no nos deja muchas veces ver la realidad. Y cuando digo ego, es lo que nos hace sentir tristes, lo que nos hace sentir más que los demás, menos que los demás. Es una cosa que hay que aprender a controlar. Hay que ser perseverantes
Otro consejo para esos chicos y chicas que de pronto tienen un sueño en la moda, es aprender muchísimo sobre siluetas, muchísimo. Que se coman todas las siluetas de los años 50, de los años 30, del 80, y que las entiendan al derecho y al revés. Y que lean mucho sobre historia de moda.
J – Bueno, hablando de egos, cuando llegas aquí tienes que hacer muchas cosas, entre ellas trabajar limpiando casas, según comentaste en el programa.
SG – Ha sido una destrucción de ego total (dice entre risas). Cuando me mudé aquí empecé a buscar trabajo, no hablaba absolutamente nada de inglés, y recuerdo que me tiraban las puertas en la cara. Yo con mi hoja de vida, que decía con quienes trabajé, pero a nadie le interesa ni saben quienes eran. Entonces es preguntarse, qué me toca hacer. Después de trabajar en un bar, encuentré trabajo en un hotel donde empecé a aprender a cómo limpiar y fue muy duro. Pero es bueno para destruir el ego.
J – ¿Qué es moda para ti?
SG – ¿Qué puede ser la moda para mí? Es tratar de divertirse con lo que te pones y no preocuparte por lo que los demás digan. Si te sientes bien y cómodo, pues ese eres tú.
J – ¿Qué es estilo?
SG – Creo que el estilo es algo mucho más personal. El estilo no tiene nada que ver con la moda. Es como tú combinas y cómo creas ese personaje que quieres ser ese día.
J – Y si fueras a describir a Sebastian Grey, la marca.
SG – Es sexy y es educada.
J – Y sofisticada para Nina y elegante para Brandon.
SG- Y sofisticada para Nina y elegante para Brandon.
J – Antes de despedirnos: ¿Cómo es tu día a día?
SG – Mi día a día es despertarme, ir al gimnasio o tratar de ir al gimnasio todos los días y ver que puedo crear.