jueves, marzo 28En Boga
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Entra en nueva órbita Paco Rabanne …

 

… de la mano de Lydia Maurer y Anne Flipo

En un encuentro en São Paulo, Brasil,

la nueva directora creativa de moda

y la perfumista francesa, creadora de Lady Million,

convergen en un mismo escenario con éxito

para rejuvenecer la legendaria y emblemática marca


Lydia Maurer y Anne Flipo

 

Por: Juan Soto Meléndez • Fotos: Cedidas Puig Group

La marca Paco Rabanne se enfrenta con éxito a una renovación expresada en el último año a través de su moda, pero reforzada significativamente desde hace casi cinco años con sus fragancias 1 Million y Lady Million, para hombre y mujer, respectivamente. Hoy, ambas divisiones de este emblemático sello comulgan en armonía una misma filosofía enfocada en una mujer joven que disfruta con mucho estilo del humor y la provocación.

Por un lado, la perfumista francesa Anne Flipo ha tenido la gran tarea de rejuvenecer el olor femenino Paco Rabanne, con la creación en el 2010 de Lady Million, un producto exitoso que ha cambiado la forma de percibir el «label», nacido en 1966 cuando el excéntrico diseñador español que da nombre a la marca presentó su primera colección titulada «12 vestidos inservibles en materiales contemporáneos».

En el otro extremo se encuentra la joven diseñadora Lydia Maurer, de 29 años de edad, a quien le ha tocado la gran responsabilidad de mantener viva esa idea de crear algo «inservible» utilizando materiales contemporáneos, pero que tengan éxito comercial. Observando su primera colección, primavera-verano 2013, se podría decir que ha conseguido mantener la esencia del gran Paco Rabanne, con la suerte de haber creado algo que puede seducir a la mujer moderna y contemporánea, que le encanta la moda.

En sus respectivos mundos, Flipo y Maurer han conseguido abrirle las puertas a un nuevo porvenir a Paco Rabanne. Es interesante pensar que dos mujeres tan distintas puedan tener un encuentro en el que ambas fácilmente podrían intercambiarse sus respectivas creaciones y lucir bien. Seguramente esa es la intención al final de la travesía, aunque no esté escrito. Bastó compartir con ellas en una presentación especial durante una noche fresca en São Paulo, Brasil, donde además se realizó un encuentro especial con la prensa Latinoamericana para oler y ver de cerca el redescubrimiento del nuevo planeta de esta marca, perteneciente al Grupo Puig.

«La mujer Lady Million es brillante, siempre centrada en la seducción, el juego y la competencia», explica Flipo, quien para el desarrollo de la fragancia optó por notas florales y verdes, como el muguete, la gardenia y el jacinto, según ha detallado, flores blancas tratadas de una manera más fresca para aportar una luz especial. «El muguete es esencial. Lo he elegido por su sonrisa, su matiz crujiente y su aspecto verde energético», explica metafóricamente Flipo, quien nos reveló que el reto más grande que tuvo a la hora de crear esta fragancia fue la de «hacer un perfume que pudiera existir por sí mismo».

Es que también tenía sobre sus hombros la gran hazaña de producir algo tan exitoso como fue la versión masculina, 1 Million (2008), que presenta a un hombre que todo lo puede tener a su alcance con el chasquido de sus dedos. Su chica, tendría también ese poder, poniendo en ese sentido en aprietos al chico, pues ella también tiene la capacidad de escoger lo que quiere y con el mismo gesto podría dejarlo fuera de su lista de caprichos.

Cuando Anne Flipo comenzó la creación de Lady Million, iniciaba una nueva etapa para la marca. Multiplicar el éxito de la versión masculina no sería fácil, pero lo conseguiría con astucia. «Lo más importante es que pudieran vivir separadamente pero, por supuesto, estando juntos», explica Flipo.

Contar con una nariz tan reconocida a nivel internacional como la de esta francesa brinda a una marca prestigio y fortaleza. Los perfumes que crea tiene como denominador común sensibilidad y sutilidad, gracias a la pasión que siente por las flores y los jardines, algo que trae desde su niñez. Pasó su infancia rodeada del fuerte aroma de flores salvajes, de lechos de flores y de cultivos de vegetales. Según nos cuenta, es ahí donde aprendió de la naturaleza y del arte de poder vivir de los placeres simples de la vida. «Me encanta la naturaleza y tengo gratos recuerdos de mi familia cocinando y haciendo bizcochos», cuenta.

Ante tantas influencias, incluidas la música, tenía muy claro que la idea que traería a Paco Rabanne tendría que carecer de simplicidad. «Si la idea era buena pero tímida, Paco Rabanne no podría apoyarla», explica Anne, quien como parte del desarrollo del perfume lo llevó en su piel, para descubrir la reacción de las personas alrededor suyo y hacer los cambios necesarios para mejorarla. «Siempre es bueno conocer cuál es la reacción de tu equipo de trabajo. Saber si es muy fuerte o suave», detalla.

Así llegó a crear una fragancia fresca y luminosa. «El fondo permanece idéntico, carnal, suave y ‘‘sexy’’. Las notas de salida y de corazón son deflagradoras, al tiempo que aportan una auténtica luminosidad, como una brisa de frescor muy envolvente», explicó Flipo. «Acabamos con la estela ultrasensual y vibrante del perfume. Así encontramos este floral amaderado adictivo, con otras facetas femeninas, juguetonas, sensuales y seductoras».

CUANDO SUBIÓ A LA PASARELA

Sin duda alguna, la mujer Lady Million es moderna, audaz, determinada e imprevisible. Es igual que la chica que subió a la pasarela de la mano de la nueva directora creativa de la marca, Lydia Maurer, diseñadora de modas de madre colombiana y padre alemán.

Durante la actividad especial en la que estuvo acompañada de Flipo, pudimos apreciar de cerca algunas piezas de la primera colección que trabajó para la marca, primavera-verano 2013.

La esencia Paco Rabanne se encuentra en cada diseño, con la suerte de que son ideales para las chicas idealistas de estos días, amantes del «effortless look», con detalles arquitectónicos muy bien cuidados. No podría faltar la famosa malla en forma de moneda, bautizada como «chainmail». En este caso, ya no se forman armaduras con el «chainmail», mas sí forman parte del diseño de vestidos, blusas, pantalones, carteras y zapatos, creados por la joven promesa.

Para la propuesta primavera-verano, Lydia Maurer navegó por los archivos de Paco Rabanne, realizó una exploración libre que le sirvió para redefinir el estilo de finales de los «sixties» y principio de los «seventies», pero también se inspiró en el espíritu de las chicas que aparecen en las «Girlfriends» (circa 1993) del fotógrafo Richard Prince, y capturó los colores de la colección de la película «Inauguration of the Pleasure Dome» (1954), de Kenneth Anger.

(Artículo publicado originalmente en ¡HOLA! Puerto Rico/ 20 febrero 2013)

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